28 de noviembre de 2006

SEGUIR LUCHANDO

La verdad, se califica como la primera obligación del periodismo. Sin embargo siempre se cuestiona.

Los periodistas deben defender la verdad, verificando sus informaciones y siendo fieles a los hechos. Aún así, la información se verá sesgada ya que es imposible ser totalmente objetivos. Pero, desde un principio la objetividad debe estar presente en el método que aborda el periodista para contar los hechos. Hay que averiguar los hechos que suceden realmente y darles coherencia, ya que sin ella no se aporta al lector la seguridad que conlleva la verdad.

En la actualidad, se busca la interpretación de los hechos y la opinión de los mismos, no dando a conocer los sucesos del día de forma indiscutible y veraz. Así, empezando a olvidar la función real de la prensa, empieza a aparecer un nuevo periodismo denominado Cultura de Medios Revueltos (Mixed Media Culture) que dejan de lado la función clásica de la prensa.

A pesar de todo, los lectores siguen necesitando informaciones veraces. Y quizás, la solución para que puedan llegar hasta ella, ante tanta abundancia de informaciones, sea que la prensa retome sus informaciones aportando un mayor contexto e interpretación de los hechos.

24 de noviembre de 2006

RESPONSABILIDADES

En la película “El dilema”el periodista, como un buen profesional, no se rinde ante la primera negación de la fuente de aportar datos. Y tras muchos intentos, consigue que Wigand conceda una entrevista revelando su información e incluso su identidad.
Una vez acabado el reportaje, contando la verdadera manipulación de la nicotina de los cigarrillos para crear una mayor adicción, aparece la censura para proteger intereses económicos de la empresa CBS.


EL HECHO QUE CUESTIONA LA LABOR

Realmente, este caso hace reflexionar sobre el verdadero papel de los medios. Los medios de comunicación deben denunciar aquellas cuestiones que perjudiquen a la salud de las personas, como es el caso. El tabaco, crea una gran adicción y dependencia, y puede quitar años de vida, alterar el sentido del gusto y llevar a una persona hasta la muerte. Por ello, el medio tenía la obligación de difundir el mensaje y dejar decidir a las personas en su actuación conforme a una información verdadera. Abrir los ojos ante la sociedad, transmitir que a las tabacaleras lo único que les importa es el beneficio económico y no la salud de los consumidores de su producto, por lo que no les aportan aquella información que deberían de conocer.

Sin embargo, la empresa CBS, deja de lado su labor como medio de comunicación. Olvida los intereses de los espectadores ante una posibilidad de demanda multimillonaria interpuesta por las tabacaleras y censura el reportaje.


ES REALIDAD

Tanto los medios de comunicación como las tabacaleras, se conforman como empresas que buscan beneficios, pero que no deberían de poner en un segundo plano a sus consumidores. Los usuarios o compradores de sus productos deben saber todo respecto al producto que consumen. Si estas empresas no cuidan a los consumidores de sus productos aportándoles una información verdadera, estará en juego sus beneficios económicos en un futuro, en el momento de que salgan a la luz los datos escondidos.

Igualmente, mencionar la labor de Lowell Bergnan que defiende el derecho de la información. Como periodista protege su profesión y uno de los derechos que dan vida a la misma. Pero, en la realidad las cosas funcionan conforme los objetivos de las empresas antes citados. Ahora, quizás, nadie se interponga entre los intereses de la empresa en la que trabaja y los del periodismo ya que sin duda los resultados serían muy contrarios a los que se presentan en la ficción.

UN ORDEN IMPORTANTE

En la película “El dilema”, dirigida por Michael Mann, se habla de la redacción de un programa de televisión llamado 60 Minutos, dedicado a realizar reportajes de investigación.

Cada una de las personas que realizan una parte del trabajo dan forma a una redacción convencional. En este caso Lowell Bergman, es el periodista y productor del programa encargado de conseguir información y verificarla. Por debajo de él se encuentra una mujer que le ayuda en su trabajo, o lo que es lo mismo ayudante de redacción.

Además, en las reuniones que se observan durante la película se presentan cargos superiores. Se encuentra el director del programa, que tiene la decisión de que algo se emita o no, y los redactores jefe que se encargan de la coordinación del trabajo de las distintas personas, para que lo necesario esté listo en el momento adecuado para el montaje.

Al igual, Lowell trabaja junto a un realizador encargado del aspecto audiovisual, siendo el encargado de darle al reportaje el estilo propio del programa que trabaja.

EL INDECISO

El periodista Lowell Bergman, quién trabaja en el programa 60 Minutos de la CBS, contacta con Jeffery Wigand(en la foto), bioquímico, ex empleado de la tabacalera Brown y Williamson. Wigand, será para el periodista la única y principal fuente para descubrir la manipulación en los cigarrillos para crear una mayor adicción.

Jeffrey Wigand es una fuente confidencial y anónima, que posee información de gran valor periodístico a la cual no se puede acceder por vías convencionales. Wigand, desde un primer momento se niega a aportar información a Bergman, debido al contrato de confidencialidad que estableció con la empresa para la que trabajaba. Sin embargo, la fuente se sumerge en una gran indecisión de la mano del periodista que alega que la información será de gran interés público.

Tras pedir dinero a cambio, se percata de que revelar la información le supondrá una liberación que le hará descansar moralmente. Así, Wigand, decide revelar la información como su identidad convirtiéndose en una fuente institucional de gran poder social.

18 de noviembre de 2006

SÍGUELOS

Bernstein y Woodward, marcaron un ejemplo de cómo hacer periodismo de investigación y utilizar fuentes anónimas. Rindieron homenaje al periodismo. Fueron serios y rigurosos en su investigación y no dejaron ni un detalle por corroborar. Al igual, mostraron la fuerza que puede llegar a tener el periodismo.

En la actualidad, resulta muy complicado realizar una hazaña como la del Watergate. El periodismo va perdiendo credibilidad, por el mal uso que algunos profesionales hacen de la profesión.

Si alguna información se desvela guardando el anonimato de las fuentes, las personas dudan de la autenticidad de los datos. Sin embargo, a veces resulta imposible sacar a la luz algunas cuestiones sin el uso de fuentes anónimas; si las fuentes saben que van a ser mencionadas la información que proporcionan será distinta o ninguna.

El uso de fuentes anónimas no es sinónimo de falta de rigor y veracidad. Se debe de confiar en el profesional.

17 de noviembre de 2006

CON UN POCO DE ORDEN

En la película Todos los hombres del presidente, se muestra no sólo una gran aportación al periodismo de investigación. También, se ejemplifica los vaivenes de la redacción clásica de un periódico de prestigio como el Washington Post.

Por las figuras periodísticas que se observan en la película, se puede deducir una redacción organizada piramidalmente. En el film, se da a conocer a la editora y directora de la empresa, Katherine Graham. Después, formando la pirámide, se encuentra el director, Ben Bradlee, que ordena el trabajo en la redacción.

Tras él, se encuentran los redactores jefe de las distintas secciones en las que se divide el periódico, y que participan en las reuniones de primera, donde se suele discutir las informaciones que van a ser noticia.

Debajo de estos últimos, están los redactores de calle y de mesa, encontrando aquí a Bernstein y Woodward, junto al resto de la plantilla

EN LA SOMBRA


El caso Watergate vio la luz tras una exhaustiva investigación de la mano de Carl Bernstein y Bob Woodward. Ambos periodistas del Washington Post, realizaron su trabajo, sobre todo, con el uso de fuentes confidenciales o anónimas. Estas, siendo peligrosas y escasas, proporcionaban información vinculada al poder.

Con el nombre de “Garganta Profunda”, miembro del FBI, se conoció a la fuente más prestigiosa de Bernstein y Woodward. Con esta fuente se estableció un protocolo de contacto, pactando reuniones periódicas mediante un sistema de señales.

“Garganta Profunda”, como otras fuentes utilizadas, querían guardar su identidad al estar amenazados en caso de revelar información que pusiera en peligro para quién trabajaban, el Gobierno de Nixon.

Casi todas sus fuentes eran anónimas, pero ello no significó que su información fuera falsa. Bernstein y Woodward, supieron ganarse la confianza de sus muchas fuentes para así poder verificar los datos que poseían.

4 de noviembre de 2006

A PESAR DE TODO, LAS FUENTES

En la película El precio de la verdad el protagonista como sus compañeros de redacción aluden en varios momentos a las fuentes utilizadas para recabar información.

Durante la historia, Stephen dice cenar con una persona de otro periódico, siendo una fuente confidencial, ya que ni la información que le proporciona ni el nombre de la misma lo puede revelar, ni siquiera a sus compañeros.

Además, se habla de que el gobierno aporta información, siendo una fuente institucional. Y, dentro de la misma tipología se podría incluir a la radio, a la cual se llama para verificar información.

Sobre todo se habla de las propias anotaciones que hace el periodista, ya que se supone estar en el lugar de los hechos. Éstas se podrían ceñir a la clasificación de fuentes propias.

Ante el uso de todas las fuentes indicadas, saber que cada una esconde unos ciertos riesgos que deben de ser controlados por el periodista. Contrastar y verificar datos, es la manera más útil de poner a salvo la información y no dar a conocer rumores o noticias falsas.

SI NO LO VEO, NO LO CREO

Billy Ray, director de la película “El precio de la verdad” cuenta la historia real de un periodista que se toma la libertad de retratar la realidad a su gusto. El protagonista es Stephen Glass (Hayden Christensen) redactor de la revista de gran privilegio The New Republic y articulista de otras revistas de éxito.

Stephen, admirado por sus compañeros, es aclamado por sus escritos. Sin embargo, uno de sus artículos llamado “El paraíso del hacker” lo lleva a su destrucción como profesional. Tras una comprobación rigurosa de los datos que se dan en el artículo, llevada a cabo por periodistas de la competencia, se descubre que nada de lo dicho es cierto.

El director de The New Republic, Chuck Lane, comienza una investigación de las fuentes que supuestamente Stephen ha utilizado, pero ninguna de ellas parece existir. Finalmente, se descubre que Stephen también inventó 27 artículos publicados en la revista.

PLASMANDO LA REALIDAD

Película sorprendente donde las haya, Billy Ray denuncia la falta de veracidad y precisión en el periodismo, y muestra las consecuencias profesionales ante las informaciones falsas.
Lo que sucede es algo imposible de imaginarse en el mundo real. Pero así sucedió y su protagonista ha escrito una autobiografía llamada “El fabulador”, aprovechando su profesión profanada.

“El precio de la verdad” es una crítica al mal uso del periodismo. Ninguna excusa (ni la falta de tiempo, ni cuestiones personales) es valida para no llevar a cabo el principio que veracidad, el cual honra y avala a la profesión. Con la actitud de este personaje en la vida real se desacredita al periodismo ante los lectores. Éstos podrían generalizar y creer que todos los profesionales ejercen de la misma manera.

Del mismo modo, se pone de relieve la falta de rigor en la redacción del medio. Según se muestra en la película, todos los compañeros leen y comprueban los artículos ajenos, antes de que sean publicados. En el caso de Setphen quizás por la admiración suscitada, ningún compañero le planteaba dudas ante su trabajo.