10 de abril de 2007

NO HABLAR POR HABLAR

A lo largo de su historia los medios de comunicación han hecho todo lo posible por mantener viva la voz del pueblo. A través de ellos, la sociedad ha estado informada y ha podido comentar o criticar lo sucedido. Hablar en pasado, es una forma de dar la bienvenida a las nuevas tecnologías que han adaptado sus características para ser ellas las que cuiden del foro público. Pero, ante el abuso de estas nuevas herramientas para sacarle mayor beneficio y rendimiento se vuelve a dejar de lado la sustancia de lo importante.

Televisiones, radios e Internet ofrecen muchas variantes para que los ciudadanos puedan plasmar sus opiniones ante los diversos temas de la actualidad. Sin embargo, lo que se busca es ejecutar la rapidez de estas tecnologías, hablar de temas sin importancia que quizás susciten prejuicios y debates bastantes polémicos. Las informaciones van perdiendo calidad, ya que no se someten a controles de veracidad ni se dan en un contexto adecuado, no se complementan, sólo se trabajan con urgencia. Del mismo modo, los temas a reflexionar en un foro no son de importancia social, ni se busca llegar a una postura final o un propósito.

El foro público de las nuevas tecnologías, no debe de abandonar los principios del periodismo. El foro debe ser el lugar adecuado para discutir, comentar, reflexionar ,sólo o acompañado, sobre temas de interés social de los que se haya consumido una información suficiente como para poder hablar con argumentos.

2 de abril de 2007

ANÁLISIS-EL DIARIO MONTAÑES







SU HISTORIA




A principios del siglo XIX los periódicos consolidados en Santander eran sólo tres: “La Atalaya”, “El Cantábrico” y “El Boletín de Comercio”. A finales de este mismo siglo se creaba en Santander “La Propaganda Católica, S.A.” y el día 1 de agosto salía a la calle el periódico que hemos analizado, “El Diario Montañés”. Para dirigir la publicación fue nombrado director Ángel Quintana Lafita, un aragonés que trabajaba en Madrid. Según su director la misión que cumplía El Diario Montañés era “luchar sin tregua contra los enemigos de la Religión y de España”.

El Diario Montañés comenzó a editarse con dos máquinas Marinoni y la composición se hacía a mano aunque más adelante se instaló una máquina de doble reacción y se adquirieron las dos primeras linotipias que hubo en Santander. Esto ocurría poco antes de la primera guerra mundial. En años sucesivos se mejoraron los elementos tipográficos y se compró una tercera linotipia.

El gran cambio se produjo a partir de 1925, cuando asumió la dirección Joaquín Arrarás, un joven periodista formado en la escuela de “El Debate”. Sin embargo, el día 10 de agosto de 1932, el periódico tuvo que cerrar por orden del Gobierno de la República. Tras 6 años de silencio el periódico vuelve a sus dueños, que tienen que afrontar la reconversión de la prensa regional. “La Voz de Cantabria” fue absorbida por “El Diario Montañés” y de la fusión de ambas editoras surgió “Editorial Cantabria”, sociedad que hoy en día sigue siendo la editora del periódico.

Tramo final
En 1981, Mariano Linares, editor y presidente ejecutivo de “El Diario Montañés”, confirma a Manuel Ángel Castañeda en el cargo de director y afronta uno de los grandes retos: la renovación tecnológica. En 1984, El Diario Montañés se incorporó al Grupo Correo, primer grupo español de prensa de información general. Seis años después, el periódico trasladó sus instalaciones a La Albericia, donde se encuentran actualmente.La vieja y entrañable tipografía es sustituida por el “offset”. Comienzan las ediciones: Torrelavega, El Astillero-Camargo, Palencia. Aumenta el número de páginas, se crean diversos suplementos y se contrata a las firmas más prestigiosas del país. Las cifras de tirada empiezan a alcanzar alturas impensables poco tiempo atrás.


El Diario Montañés” se informatiza en todas las secciones y poco a poco van siendo sustituidas las máquinas de escribir por los ordenadores. Con el cambio de siglo, “El Diario Montañés” pasó a ser una empresa multimedia. Actualmente, además del periódico de papel, cuenta con un periódico digital “www.eldiariomontanes.es”, una emisora de televisión (Canal 8 DM) y dos de radio (Punto Radio en Santander –105.6- y Castro Urdiales –104.1-). De esta manera, cubre todos los frentes informativos, siendo siempre punto de referencia para los cántabros. De la 2ª oleada del Estudio General de Medios se desprende que tiene una media de 185.000 lectores al día, no es mucho comparado con las grandes tiradas del Marca o el 20 Minutos, pero sobrepasa la media de lectores del “Avui”, por ejemplo, que se queda en los 110.000 lectores al día.

Plan de Reingeniería Editorial

Al aplicar el “Análisis del caso de Mediacción para Vocento” a El Diario Montañés de la semana pasada (6 ejemplares), hemos visto que:

- El Diario Montañés y el grupo mediático (Vocento) al que pertenece se han intentando fortalecer profesionalmente a través de cambios en el diseño: más fresco y actual. El grupo Correo ha cambiado su nombre por el de Vocento (en 2001, tras la fusión con Prensa Española) y le ha dado una dimensión más juvenil a todos los periódicos del grupo: Abc, La Verdad (que hace poco se ha trasladado desde Murcia a Torrellano a una rotativa en la que podrá imprimir más color en sus páginas y tirar más ejemplares), etc. Además, desde finales del año pasado un tanto por cien de las acciones del capital de Vocento cotiza en Bolsa.


- Los profesionales que trabajan en El Diario Montañés se han adaptado a los nuevos tiempos, ya que desde 1979 el director es Manuel Ángel Castañeda. Desde principios de este siglo, El Diario Montañés se ha adaptado a los tiempos que corren con la salida a la luz de una edición digital del periódico, que junto con otras del grupo como la de La Verdad, se ha convertido en líder de visitas en su territorio de acción. Tanto la versión digital como la de papel se han unido al nuevo fenómeno del Periodismo ciudadano.En la edición en papel del miércoles 28 de marzo de 2007, por ejemplo, se recoge un reportaje sobre un nuevo portal de Internet sobre Deporte, “ww.deportebase-cantabria.es”, a través del cual los internautas podrán mandar sus fotos, vídeos y opiniones al diario y participar en los contenidos.

- Respecto a la edición en papel, El Diario Montañés, intenta dejar blancos en las páginas donde la vista pueda descansar y evita el uso de filetes para recuadrar informaciones, tiene un diseño sencillo y clarificador, en el que las fotos y el color forman parte del diario y sus contenidos. Es, por tanto, un diario fácil de leer, que apuesta por la fotografía como lenguaje informativo y que desarrolla la infografía (ver, por ejemplo, el suplemento del domingo 1 de abril de 2007, el reportaje de los rascacielos). Además, se preocupa de desarrollar diferentes niveles y formatos de lectura y compagina informaciones más largas, con despieces o con otras más breves. No sólo eso sino que intenta llegar a los diferentes sexos y edades buscando una temática diversa y un planteamiento original de los temas. Es también que, por ello, sacan diferentes suplementos que completan al periódico: los lunes, por ejemplo, el diario lleva un suplemento semanal de deportes y los martes otro de información universitaria llamado Universitas.


- Le dan mucha importancia a la Cultura y a Sociedad y tienen un apartado llamado Vida y Ocio, donde intentan llegar a los más jóvenes. Se dirigen a un público joven, pero con un nivel medio de estudios. Dentro de la sección Vida y Ocio, cobra especial relevancia, en lo que a Periodismo ciudadano se refiere, el apartado de “Nuestra gente”, donde se exponen fotos de gente de Santander, poniendo al lector en el centro de la información, y un texto explicándolas; cosa que hace que el periódico se configure como representante del ciudadano.

- También hay que hacer hincapié en la página del lector, que es un apartado donde los lectores pueden enviar mensajes de quejas, sugerencias y consejos apoyados, o no, con una fotografía. Suele tener mucho éxito por lo que el periódico ha conseguido, de este modo, hacer un periodismo ciudadano a través de sus páginas en papel además de realizarlo también en su edición digital. Además, en esta sección, se encuentra una columna donde un colaborador habitual del periódico, haciéndose pasar por un personaje ficticio llamado “Don Tertulio”, trata temas sociales con interés humano que afectan a los lectores del periódico.


- El Diario Montañés ha desarrollado una agenda propia dentro del periódico desde donde recomienda eventos culturales y de ocio y ofrece otros servicios más comunes como la cartelera de los cines, el horóscopo o el tiempo. El periódico se configura así en un diario para usar (datos de interés, teléfonos, recomendaciones, servicios…), para disfrutar (secciones referidas a la población de Santander, Vida y Ocio…) y para trabajar (noticias de actualidad, internacionales, nacionales…).


- La atención al lector está más mejorada aún en la edición digital, donde El Diario Montañés cuenta con foros, chats, consultorio médico on-line, guías, canales temáticos, sección sólo para noticias que los ciudadanos manden al periódico llamada “Tus Noticias”, vídeochat, sección de fotos que se envían a la redacción o blogs. Podemos afirmar, por tanto, que El Diario Montañés es consciente de la importancia de poner al lector en el centro de la información y de que es un diario útil, tanto en la edición en papel, que es de pago y cuesta 1 euro, como en la edición digital, que es gratuita.